FAQ’S – Preguntas Frecuentes

  • ¿Me beneficia el ocio y el tiempo libre?

    Las actividades que podemos hacer en nuestro tiempo libre pueden ser pasivas (ir al cine, al teatro, conciertos, o ver la televisión, entre otros) o activas (ejercicio físico, como ejemplo más característico). Mantenerse activo es una de las cosas que se pueden hacer para enfrentarse a la enfermedad. Sin embrago, el beneficio de estas actividades es, no sólo psicológico (estar distraído relaja mentalmente), sino también físico. Este hecho ha sido demostrado en numerosos estudios clínicos.

    De hecho se ha observado cómo los pacientes (incluso adolescentes) con actividad física antes, durante y después de un tratamiento contra el cáncer, se encontraban psicológicamente mejor que los que no lo tenían. Muchos estudios han relacionado el ejercicio físico con una disminución de cáncer y mejor pronóstico.

  • ¿Puedo viajar o salir de casa?

    Los viajes se encuadran muchas veces como una actividad lúdica más, por lo que se relacionan también como una herramienta eficaz para luchar contra el estrés. Sin embargo, viajar, especialmente cuando se realiza a países extranjeros, supone una fuente de preguntas y de inquietud para los pacientes con cáncer.

    Como recomendaciones más generales caben señalar las siguientes:

    • Intentar planificar el viaje con tiempo suficiente y consultar éste con su médico.
    • Ser realistas, es decir, es posible que viajes o actividades que en el pasado se han podido hacer, no sean adecuadas en este momento.
    • En ocasiones se necesitan cuidados especiales o requerimientos que han de darse a conocer antes de iniciar un viaje. Por ejemplo, oxígeno o dietas especiales.
    • Disponer de seguros en regla para, en caso de necesidad, poder ser atendido en otros países.
    • Conocimiento de las vacunaciones requeridas.
    • En ningún caso, debemos de echarnos atrás por estas consideraciones. Es más, viajar puede resultar muy beneficioso al permitirnos hacer un “break” con lo cotidiano de la enfermedad y con la dureza psicológica que en ocasiones acarrea.
  • ¿Me puedo vacunar contra infecciones?

    Existen dos problemas principales en relación a las vacunas y al cáncer. Muchas veces, bien sea consecuencia de los tratamientos, de la enfermedad tumoral o de ambos, los pacientes presentan estados más o menos severos de inmunodepresión. Esto lleva consigo dos importantes problemas. El primero, en relación a las vacunas con agentes atenuados. Estas vacunas llevan pequeñas cantidades de bacterias o virus que, aunque alterados, en situaciones especiales, como las que hemos señalado, pueden desarrollar la infección. Por este motivo, si es posible, se recomienda demorar este tipo de vacunas hasta aproximadamente 6 meses de terminar los tratamientos de quimioterapia.

    El segundo problema que nos encontramos en los pacientes inmunodeprimidos que requieren ser vacunados, es la posibilidad de que las vacunas no desencadenen la respuesta inmunológica deseada, y por lo tanto no hagan su función.

  • Necesito ir al odontólogo, ¿Qué hago?

    Siempre es importante prestar especial cuidado a la dentadura pero en el caso de estar recibiendo quimioterapia hay que tener especiales precauciones. Se recomienda hacer una visita al dentista antes de empezar la quimioterapia. Por norma general se recomienda mantener una adecuada higiene dental (limpiar la boca y los dientes cuidadosamente cada mañana y cada noche así como después de cada comida) con un cepillo suave o de niños, si la pasta dentífrica produce picor o cepillando se sienten molestias es preferible usar productos sin alcohol, es importante consultar al médico en caso de dolor de muelas si se recibe tratamiento con quimioterapia dado que los tratamientos pueden afectar a la mucosa que recubre internamente la boca y se debe estudiar la causa.

    No es recomendable utilizar dentadura postiza durante los días que dure el tratamiento, ya que puede favorecer el vómito. Hay que evitar intervenciones dentales, como empastes o extracciones dentales mientras reciba la quimioterapia.

  • ¿Puedo tomar hierbas u otras medicinas Doctor?

    Se debe comunicar al médico cualquier tipo de fármaco o de suplemento que se utilice antes de iniciar la quimioterapia, para que el médico indique si debe dejar de tomar alguno de ellos.

    Los medicamentos de la quimioterapia pueden interaccionar con otros tratamientos.

    En cuanto a las plantas medicinales hay falta de información concluyente y las precauciones se suelen basar en extrapolaciones teóricas. Sin embargo se sabe que la combinación de algunas plantas medicinales con ciertos alimentos y medicamentos puede modificar la eficacia del tratamiento o producir efectos secundarios que pueden ser graves. Un ejemplo clásico es la hierba de San Juan o Hipérico que puede incrementar la toxicidad de los medicamentos que se eliminan por la misma vía metabólica. AL IGUAL QUE HAY PRODUCTOS NATURALES QUE NO TIENEN CONTROL DE SEGURIDAD Y CONTIENEN DOSIS MUY ALTAS QUE DETERIORAN EL HIGADO CUANDO RECIBEN QUIMIOTERAPIA.

    Las mujeres deben evitar quedar embarazadas mientras dure el tratamiento, así como dar lactancia si se ha producido un parto reciente.

  • ¿Puedo quedar embarazada o dar de mamar? ¿Qué pasa con mis reglas?

    El tratamiento del cáncer en mujeres embarazadas dependerá del momento de la gestación. Las mujeres deben evitar quedar embarazadas mientras dure el tratamiento, así como dar lactancia si se ha producido un parto reciente. Se sabe que la radioterapia durante el embarazo aumenta el riesgo de defectos congénitos y, por lo tanto, no se recomienda para las mujeres embarazadas con cáncer.

    Durante tiempo se pensó que la quimioterapia era peligrosa para el bebé. Pero en estudios recientes se ha visto que el uso de ciertos medicamentos empleados entre el cuarto y noveno mes del embarazo, no elevan el riesgo de defectos congénitos. La seguridad de la quimioterapia durante los primeros tres meses de embarazo no ha sido evaluada.

    En lo referente a la lactancia, muchos de los medicamentos que se usan como parte de la quimioterapia pueden llegar hasta la leche materna y pasar al bebé. Por esta razón, amamantar al bebé usualmente no se recomienda mientras se reciben estos tratamientos.

    Después de la quimioterapia o de la radioterapia, es posible que las mujeres vean alterados sus ciclos menstruales, que pueden ser irregulares o desaparecer. Esto no significa que no puedan quedar embarazadas, por lo que los métodos anticonceptivos pueden ser necesarios durante el tratamiento.

  • ¿Qué ejercicios puedo hacer Doctor?

    La creencia más generalizada sobre la intensidad necesaria para obtener beneficios del ejercicio físico, es que hay que hacer un ejercicio intenso que realmente nos haga sufrir. Nada más lejos de la realidad. Todos los estudios han demostrado que los principales efectos beneficiosos del ejercicio se obtienen cuando se llevan a cabo a una intensidad moderada.

    Hay ejercicios que se realizan haciendo movimientos repetidos de forma cíclica, como al caminar, correr, nadar, etc., y contra una resistencia constante y relativamente baja. A estos ejercicios se les denomina EJERCICIOS ISOTÓNICOS O DINÁMICOS, porque las contracciones musculares predominantes son las dinámicas. Los ejercicios más recomendados para la prevención y después del tratamiento en oncología son los que implican a grandes grupos musculares (ejercicios dinámicos), no teniendo por qué quedar estas actividades restringidas tan sólo a caminar o a hacer bicicleta estática

  • ¿Qué hacer para mi piel?

    No cambie. La piel es el órgano más extenso del organismo y en consecuencia uno de los que más sufren durante los tratamientos de quimio o radioterapia. Además, en muchas ocasiones refleja el estado interno del organismo, al tiempo que nos protege de las agresiones del medio externo. Recomendamos ducha o baño poco prolongados, con agua templada y con jabones de ph neutro, de avena o glicerina. Debe evitarse el rascado y el empleo de esponjas. Es conveniente evitar los desodorantes que contengan cloruro de aluminio por su grado de irritación (existen algunos en crema que al mismo tiempo hidratan la zona). Uno de los problemas más frecuentes en el paciente oncológico es el de las pigmentaciones cutáneas. Además gran parte de los quimioterápicos son fotosensibles (es decir, capaces de provocar reacciones cutáneas con el sol), de ahí la importancia de una adecuada protección frente al mismo.

  • ¿Puedo tener actividad sexual con mi pareja?

    El cáncer no es una enfermedad de transmisión sexual y, por lo tanto, no existe inconveniente alguno en tener una vida sexual activa. Sin embargo y, debido a que los tratamientos, cada vez más eficaces, han ayudado a que muchos pacientes gocen de periodos más largos de vida sin enfermedad y que los efectos secundarios asociados con el cáncer y su tratamiento son cada vez más comunes, el cáncer y su tratamiento pueden tener un importante impacto en todos los aspectos de la sexualidad de una persona, como el deseo sexual y las disfunciones físicas y psicológicas en esta área.

    Muchos pacientes sienten temor o ansiedad sobre su primera experiencia sexual después del tratamiento. Estos estados pueden hacer que los pacientes eviten la intimidad con la pareja, las caricias y la actividad sexual. La pareja también puede sentir temor y ansiedad en iniciar actividades que se consideren como mecanismo de presión para llegar a la intimidad o que puedan causar molestias físicas. Los pacientes y sus parejas deben hablar sobre sus preocupaciones con el médico y otro profesional de la salud cualificado. Es muy importante la comunicación sincera de los sentimientos, las preocupaciones y las preferencias.

  • ¿Mi familia y amigos se pueden contagiar?

    La mayoría de los medicamentos de quimioterapia afectan a la capacidad para combatir infecciones en mayor o menor medida. Pero solamente unos pocos tratamientos requerirán que el paciente tenga que evitar el contacto directo con su familia por un corto periodo de tiempo mientras las defensas se encuentran bajas a causa del tratamiento. Existen tratamientos para prevenir y tratar estos trastornos de las defensas corporales. Por lo tanto, durante el tratamiento es importante evitar el contacto con personas que estén padeciendo una infección (por ejemplo gripe o resfriados) por precaución durante el tiempo en que la infección es transmisible.

    La mejor manera de prevenir infecciones consiste en lavarse las manos a menudo, familiares y amigos que visiten o convivan con el paciente también tienen que tomar estas precauciones para protegerlo. Las mascarillas faciales se utilizan en casos muy concretos para evitar las infecciones que se transmiten a través de las vías respiratorias.

    El cáncer no es una enfermedad transmisible por lo que no existe ningún problema en que las mujeres embarazadas visiten a los pacientes normalmente.